miércoles, 16 de marzo de 2011

PATCH ADAMS


Doherty Hunter, más conocido como “Patch” Adams (papel encarnado por el actor Robbin Williams) es un hombre de unos 30 años que, tras graves problemas emocionales, que llegan a afectar a su salud, y su ingreso en un psiquiátrico, decide comenzar sus estudios de medicina. La razón principal: ayudar a cualquiera que lo necesite e intentar cambiar la metodología seguida por la mayor parte de los miembros del gremio de la medicina hasta el momento.

Veremos cómo el protagonista de la historia (basada en hechos reales) tendrá que superar multitud de obstáculos, que le plantearán tanto sus profesores como sus compañeros, en el largo caminó que seguirá hasta conseguir el sueño de su vida, mejorar la calidad de vida de sus pacientes y tratarles como verdaderas PERSONAS.


El principal conflicto que plantea la película es la falta de humanidad de la sociedad del momento. Personas que, por tener un simple título que acredite su capacidad para hacer un determinado trabajo, se consideran superiores al resto de individuos que les rodean. ¿Es que no es verdad que todos somos personas y nada más?
Pocos son los afortunados que presencian a lo largo de sus vidas “la ayuda por la ayuda” o que experimentan el sentimiento reconfortante de ver a alguien sonreir por un simple gesto. Dejemos a un lado el egocentrismo y el narcisismo y miremos más adentro, donde aparecen las cosas que realmente merecen la pena, las que nos permiten llegar hasta los demás, por las que merece la pena luchar. Sólo en los momentos más difíciles, cuando llegamos a los puntos más extremos comenzamos a apreciar esas pequeñas cosas, que se vuelven tan insignificantes como eran cuando hemos recuperado lo que queríamos.

En el largometraje, además, apreciamos esa lucha, esa fuerza de voluntad que muchas veces hace falta y pocas veces encontramos. Apostar por lo que uno cree, hacer todo lo que tengamos en nuestras manos hasta conseguir lo justo, luchar por tus ideas y además luchar por la verdad.

Sí, es verdad que debemos pensar en nosotros mismos, pero pensemos también en los demás. Muy lejos de lo que hoy conocemos quedan a veces los conceptos de gratitud, de comprensión, de compasión... igual es que lo que necesitamos es progreso, dejar atrás el ancla que solo nos corrompe y poder ver más allá de los intereses, ver más allá de todo lo material. Solo así seremos primero personas y todo lo demás estará por llegar.




1 comentario:

  1. La verdad es que en este mundo hace falta gente que haga algo por los demás. Debemos aprender a salir de nosotros mismos, y mirar un poco a nuestro alrededor. Millones de personas que necesitan ayuda; que nos NECESITAN. Es hora de actuar, porque no hay nada MAS BONITO que la satisfacción ajena.
    Para mí, la felicidad de otro es mi propia felicidad.

    ResponderEliminar